'Onomatopoemas y otros pequeños sonidos': La palabra, el sonido y la imagen
La editorial Kalandraka acaba de
editar el maravilloso trabajo de Leire Bilbao (textos) y Maite Mutuberria
(ilustraciones) que se titula ‘Onomatopoemas y otros pequeños sonidos’, un
libro que ya se editó en Pamiela en 2021.
Los poemarios de Leire Bilbao
suenan evocadores, resuenan invitando a la reflexión, son divertidos a más no
poder (el juego que hace la autora con los caligramas, con los tipos de letra o
con la disposición del texto en la página, resulta muy atractivo para el lector),
y exploran en lo que la autora llama 'ese trastero que tenemos bajo el pelo’ hasta encontrar el punto
de encuentro entre la ficción y la realidad que permite explicarnos las cosas.
Leire Bilbao parece saber que el mundo es puro símbolo y lo mira desde la
perspectiva que solo puede aportar rascar en las palabras buscando
explicaciones. El gusto por la palabra y todo lo que representa es uno de los
motores de esta autora.
El mundo es puro sonido y de eso
va el libro. De los sonidos que llamamos onomatopeyas y que encierran la propia
realidad, o de la música que arranca desde la partitura que es la palabra.
Pero, también, de la sinfonía que crece en el instante en el que los poemas de
Leire Bilbao se arriman a las ilustraciones de Maite Mutuberria porque no se
puede entender el trabajo de la poeta sin el de la ilustradora. Y al revés.
Las ilustraciones son expresivas, condensan las ideas con solvencia y dan un lustre casi
quirúrgico al conjunto. El entintado es un lujo y la disposición de cada ilustración en las páginas que ocupan es el exacto.
Si alguien quiere jugar con los
sonidos y con las ideas y con las imágenes, ‘Onomatopoemas y otros pequeños
sonidos’ es una opción maravillosa. El libro lo pueden leer los niños de ocho
años en adelante (y cuando digo en adelante me refiero a todos los que hayan cumplido
de nueve a cien). Los más pequeños tendrán que leer el libro con un adulto
al lado para poder aprovechar la lectura y divertirse mucho más.
Calificación: Muy bueno.
Tipo de lectura: Amena,
divertida, sonora.
Tipo de lector: Niños de ocho
hasta cien años.
¿Dónde puede leerse?: En casa,
frente a la chimenea, escuchando el sonido del viento a través de la ventana.
G. Ramírez
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