‘El cuarteto de Alejandría’: Monumento a la literatura
Una atmósfera densa, colorida y
elegante, hacen que la lectura de ‘El cuarteto de Alejandría’ sea amena, fácil.
Es la historia de una fascinación, un relato lleno de personajes divinos,
míticos, poderosos. Esa es una de las mejores novelas escritas de todos los
tiempos.
Compuesto por cuatro novelas
separadas e independientes: ‘Justine’, ‘Clea’, ‘Balthazar’ y ‘Montoulive’; ‘El
Cuarteto de Alejandría’ es un monumento literario, una de las grandes obras
maestras de la literatura de todos los tiempos que se proyecta con fuerza sobre
toda la narrativa del siglo XX.
Caso único, las cuatro novelas
cuentan la misma historia que se desarrolla ante nuestros ojos de manera
hipnótica desde el punto de vista de cada uno de sus personajes, como un
complejo puzle que se forma en nuestra cabeza y que va consolidando con cada
línea una atmósfera decadente y poderosa en la que los protagonistas son
indiferenciadamente Justine, una enigmática mujer llena de secretos y
Alejandría, la ciudad a la que encarna. La gran Alejandría de los años treinta,
capital del mundo, donde se hablaban cinco idiomas y se practicaban todos los
cultos. Una ciudad oculta, subterránea, secreta, eterna, condenada a
desaparecer y al mismo tiempo a vivir para siempre.
La escritura de Lawrence Durrell es
intensa y se va formando por superposición, cuando la ciudad y los personajes
se influyen, cambian y su espíritu va creciendo hasta llenar cada página. Es
una descripción de la ciudad a partir de cada uno de sus personajes y de los
personajes a través de las mutaciones de la ciudad.
Una novela que parece encerrar
una clave oculta y que nos inquieta profundamente a la vez que nos hace
testigos de un mundo que se desvanece.
Un análisis del amor y de la
sensualidad.
El ‘Cuarteto’ es una obra
imprescindible, capaz de cambiar la visión de la literatura y del mundo a quien
se adentre entre sus páginas.
Augusto Prieto
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