’Las claves del 11-M – 20 años buscando la verdad’: Terrorismo y terraplanismo
Desde el primer momento, desde el
mismo instante en que el 11 de marzo de 2004 explotaban una serie de bombas en
trenes de cercanía de la Comunidad de Madrid, la capital del Reino de España se
convirtió en la ciudad más triste del mundo durante días y la versión oficial
de lo ocurrido se puso en entredicho. No hubo tregua ni un segundo. Pasaron los
años y la versión alternativa siguió sumando adeptos (perdió por el camino
buena parte de ellos aunque siguen en sus trece los más radicales); pasaron los
años y no pocos hicieron fortuna señalando a jueces, policía, Guardia Civil,
partidos políticos o periodistas. Siguen a la carga.
Si bien es cierto que se pueden
criticar duramente los procedimientos utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado, que el sistema judicial se encontró en situación precaria
respecto a lo que le venía encima en forma de terrorismo islámico, que la
coordinación entre Policía Nacional y Guardia Civil era escasa y deficiente,
que los servicios secretos españoles estaban a por uvas y que el atentado de
Madrid se convertiría en un elemento decisivo para el futuro de España puesto
que el rumbo del país cambió en las elecciones de días después; ha quedado
demostrado que todo lo que se intentó vender como versión fetén de lo sucedido (se
sigue intentando), no fue más que un negocio magnífico para algún que otro
medio de comunicación y una excusa para que alguien pudiera justificar una
derrota política más que merecida.
El libro firmado por Lorenzo
Ramírez ’Las claves del 11-M – 20 años buscando la verdad’ no aporta nada
nuevo a una teoría conspiratoria con la que se sigue haciendo caja. El autor
plantea un sinfín de preguntas sin respuesta que intentan crear dudas en el
lector, preguntas que no nos llevan a preguntarnos más y más (no hacen
reflexionar en ningún caso) y sí a callejones sin salida en los que nos
enfrentamos a una realidad paralela bastante absurda.
¿Fue una enorme chapuza policial
lo que ocurrió alrededor de aquellos atentados? Sí, pero eso no significa que
los atentados fueran programados por la propia Policía o para que el PP
perdiese las elecciones. Eso no es de recibo y debería generar un potente y
arrasador sentimiento de indecencia en el que difunde semejante majadería. Es
verdad que en el mundo actual mentir es frecuente y suele salir gratis, que los
bulos corren como la pólvora de pantalla en pantalla, pero algunas cosas ya no
se pueden consentir. Esta teoría es zafia, chusca y parece estar envuelta en
papel encerado por el que escurren engaños, dudas bobas y una clara intención
de mantener viva una teoría que interesa a algunos.
No hace falta decir que alguien que
no esté avisado puede dar por buenas las cosas que se dicen en este libro.
Conviene leer otros libros más sensatos, menos tendenciosos, más honestos con
la verdad y con lo que ocurrió. Por ejemplo, las páginas que se dedican a la muerte de
Francisco Javier Torronteras, GEO que murió en la explosión del piso de Leganés
ocupado por terroristas islámicos, es una vergüenza y un insulto a su memoria.
Calificación: Tendencioso.
Tipo de lectura: Resulta
divertido cómo el autor intenta arrimar el ascua a su sardina, pero lo divertido
se hace pesado con rapidez.
Tipo de lector: El que quiera
conocer algo más sobre una de las teorías más disparatadas de la España moderna.
¿Dónde puede leerse?: Junto a
otros libros que traten el mismo asunto. Para ir alternado, digo.
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