Beatriz Silva
Nací en Madrid, pero vivo desde bien pequeña en Santander. Quizá por eso una parte de mí – la que no acaba de pertenecer a ningún sitio- observa las cosas al tiempo desde dentro y desde fuera, y establece extrañas conexiones invisibles entre ellas.
Cuando era niña, soñé mucho tiempo con ser bailarina, pero siempre supe, en mi fuero interno, que no era solo eso lo que quería ser, porque mi pasión no se limitaba a la danza. Leía compulsivamente. Escribía (sobre todo poemas). Quería dirigir orquestas. Dibujar. Pintar. Tocar el piano y el saxofón. Quería serlo todo y expresarme a través de ello. Con el tiempo, descubrí que mi verdadera vocación, la que reunía todas las disciplinas artísticas, no era dedicarme a ninguna de ellas, sino vivirlas todas. Era ser público. Y contarlo.