'Instrumental': La zona oscura
James Rhodes es pianista. Un
excelente pianista.
Sus conciertos y sus discos son
extraordinarios por varias razones. En primer lugar porque domina su
instrumento y siente gran pasión por la música. Porque, además, adereza esos
conciertos con comentarios sobre la vida de los compositores, la forma en la que
trabajaban o los aspectos más anecdóticos que llevaron a un puñado de hombres a
alcanzar cotas inimaginables en el mundo de la música. Logra que los
espectadores que asisten a sus actuaciones aplaudan, se libren de los pesos
excesivos impuestos por una clase que siempre ha intentado hacer suya la música
conocida como clásica, rían y se diviertan.
Pero, todo esto que está muy
bien, es posible porque la historia de Rhodes es tremenda, inquietante,
dolorosa y un monumento a la locura espectacular.
‘Instrumental’ es el libro que
firma James Rhodes. Ya advierto a los que sean especialmente sensibles, a los
que prefieren pensar que la vida es una especie de mundo lleno hasta los topes
de hadas buenas, a los que no quieran ni oír hablar del sufrimiento, que es mejor
que lean otra cosa.
El libro habla de las constantes
violaciones que sufrió el autor cuando tenía cinco o seis años, del tormento en
el que se convirtió su vida desde entonces, de locura, de autolesiones, de
huidas, de drogas, de relaciones destrozadas. El libro habla de un mundo
oscuro, turbio y lleno de peligros. Pero, también, de la posibilidad de salir
adelante. Gracias a la música y a las personas que te quieren sin condiciones.
Es un libro autobiográfico. Pero,
al mismo tiempo, las páginas de ‘Instrumental’ encierran una pasión por la
música difícil de medir o catalogar. Si bien es cierto que las desgracias y las
experiencias espantosas salpican todo el texto, la música es protagonista, los
mejores compositores de la historia tienen un amplio espacio para aparecer como
verdaderos ídolos, las mejores piezas que se pueden interpretar en un piano
suenan página a página (el autor ha preparado una playlist en Spotify en las que se pueden escuchar).
El lenguaje que utiliza Rhodes es
bastante vulgar, hiriente e insultante. Aunque no exento de un sarcasmo que
puede arrancar una carcajada cuando el lector anda algo desprevenido.
Literariamente no tiene gran importancia. Sin embargo, lo que cuenta este
hombre no es irrelevante porque casi nadie se atreve a ser tan claro. Una
violación es lo que es; los snobs que se apoderaron de un tipo de música son un
grupo peligroso de individuos que intentar no permitir a otros disfrutar de
algo tan universal; el amor es un arma peligrosa que en las manos equivocadas
puede suponer un desastre irremediable; las drogas está ahí junto a las
conductas suicidas y los daños corporales.
¿Merece la pena? Creo que sí. El
mundo está construido sobre las cosas mínimas y una de ellas es el sufrimiento
de cada persona. Pero, aviso, hay que buscar el momento adecuado para leer algo
así.
Calificación: Peligroso.
Tipo de lectura: Te obliga a
encoger todos los músculos del cuerpo. Y te mueres de risa con algunas cosas.
Tipo de lector: Dispuesto a
enfrentarse con una parte muy oscura de la realidad a cambio de conocer cosas
sobre la música que es la parte más clara de esa misma realidad.
Argumento: Estoy como una cabra
aunque he salido adelante.
Personajes: Rhodes, Bach, Chopin,
Shumann, Bruckner...
¿Dónde puede leerse?: En un lugar
donde poder reír o llorar sin sentir vergüenza.
Nirek Sabal
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